Celos,
a veces me odio y a él siempre lo odio;
a veces te odio -no, a ti no, a él solo odio-.
Celos,
es él que como yo te ama,
lo veo con tus ojos perdidos;
también como yo busca el amparo de tus madrugadas.
Celos,
es como tú:
sé que es mi angustia.
Celos,
a ti te amo y a él lo odio.
Pero tú eres él:
va como tú vestido de soledad nocturna.
Celos,
llevo rota tu mirada sobre mi viejo corazón...
¿Qué no daría porque fueras solo tú y solo mía?
Tu mirada va al encuentro de sol para que el amanecer alumbre mi agonía... Mi corazón en ruinas quiere vivir en ti, amor, mientras te ame.
Divina locura de amor, como alguien escribió.
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