Quizás alguna amiga llegue a pensar que lo que voy a decir es mentira: "vanidad de vanidades, volvamos a la verdad", don Antonio Machado, pero no. Antes, y no solo yo, todos éramos más guapos y más altos. Me explico: desde que los psicólogos invadieron nuestras vidas damos pena. Y si me apuran, diría que ni nos queremos. La Dama que no me deja ir, respecto a la autoestima, dice que es "la distancia entre la visión que tenemos de nosotros mismos y la que quisiéramos tener". Entonces, si existe mucha diferencia entre una cosa y la otra nuestro equilibrio se resiente. Y así acabamos pidiendo cita al psicólogo para que cambie nuestro comportamiento vital. La autoestima es un sentimiento valorativo de nuestro ser, de quién somos. Y vale que se aprende, pero la vida y sus asuntos inaplazables nos inducen a ello, a desbaratarnos. (Tengo pruebas). Ahora, somos seis millones de parados y con eso de buscar trabajo y que te dan con la puerta en las narices (también tengo pruebas); con eso de que los nudillos los tienes desgastados de llamar a las puertas como mi amiga los dedos de tanto escribir, uno se desamina hasta el pundo de creer que no vales para nada. Es cuando te borras de las listas del paro, de ahí que la EPA, diga que hay 5,89 millones de parados mientras que en el INEM sean 4,72 millones. Dos cifras lo suficientemente diferentes como para preguntarse de dónde proviene ese margen. Todo está encadenado.
Tenemos internamente “sentimientos no resueltos”, aún no siendo conscientes de ello. Es indispensable manejar estos “sentimientos”, porque podrían convertirse en enojo hacia nosotros dando lugar a la baja autoestima, y con ella a los cambios de humor, ansiedad y otros estadios psicológicos. Necesitamos sentirnos bien porque esta situación de crisis que vivimos va para largo. Se trata de mejorar la autoestima y reforzarla. ¡No a la frustración!. Cultivemos nuestras fortalezas y acrecentémoslas. ¡Vencidos nunca!. Y al psicólogo... lo dejo ahí: tengo un amigo psicólogo y no quiero malos rollos con él. Y riámonos, aunque sea de soslayo.
¿Mas guapos y mas altos? Que ganas de conocerlos aunque estén viejos, rastros quedaran de esa galanura pasada digo yo.
ResponderEliminarAhora entiendo esa manía que tiene la enfermera de medirme cada que voy a consulta. Si me sigo achicando voy a desaparecer.
Yo a los psicólogos como a la familia, mientras mas lejos, mejor.
Beso sonriente
Te quedas con el vecino asesino, ¿verdad? Beso.
ResponderEliminarSalud.
¡Horror! Mejor sola.
ResponderEliminarVale. Beso.
ResponderEliminarSalud.
Claro que si encuentro a alguien no le digo que no.
ResponderEliminar¿Te valdría cualquiera? "Haberlos ailos". Beso.
ResponderEliminarSalud.
¿Cualquiera? ¿Que paso? Por eso soy poco experta en cuestiones amorosas porque soy muy selectiva je.
ResponderEliminarHoy en día los altos y los guapos estamos "pillados". Al menos por aquí. Beso.
ResponderEliminarSalud
Aquí los altos y los guapos son gays, ¿Que le vamos a hacer? Tendré que conformarme con lo que hay, España queda muy lejos.
ResponderEliminarUrdangarin y el Pincipe Felipe son altos y guapos. Beso.
ResponderEliminarSalud.
¿Que? Necesitas lentes pero de los gruesos. Si ellos son guapos yo soy la reina de Inglaterra (igual es fea pero yo no).
ResponderEliminarPero son de muy buena familia... Beso.
ResponderEliminarSalud.
¿Y eso que? Según son de buena familia y mira en los líos que andan. ¡Cruz cruz!
ResponderEliminarDesengáñate, todo no lo podrás tener. Beso.
ResponderEliminarSalud.