Llego descalabrado a la consulta de la Dama que vela mis sueños y me pregunta cómo me encuentro...
-¡Fatal, oiga!, ¿no me ve?
-¿Y eso?
-Pues eso es un brazo inútil pegado a un cuerpo.
Me pide que me relaje. Es cierto, no merece mis exabruptos, pero uno es humano a veces. Hoy no estoy para monsergas, un asunto familiar me tiene muy preocupado (nada que no tenga solución, gracias).
Le llevo el alta hospitalaria y me dice que ese papel no es el alta ni informe médico ni nada que se le parezca. ¿Qué pasa entonces en este país con los del Juramento Hipocrático? Me llevaron al hospital en la UVI sin enterarme, me hicieron lo que les dio la gana sin enterarme y cuando enteré me entregaron un papel con garabatos que ni la niña Atenea.
En este país no existe red hospitalaria. De vuelta al túnel y al cableado en la cabeza. ¿Si ya me lo hicieron hace unos días dónde está el resultado...? Como si no tuviera otra cosa que hacer que ir de acá para allá con las enfermeras. Por cierto, todas de 18 a 20. ¿Qué harán con las viejas?
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