martes, 23 de septiembre de 2014

Háblame.

Háblame de la pertinaz tormenta que no amaina y de su trasfondo insufrible.
Háblame del letargo de suplicios que paralizan los sentidos.
Háblame de la acción pusilámine del alma.

Háblame hasta que acuda el sol de la tarde y te acompañe con la música sacra de la noche hasta la madrugada donde mi cuerpo yace en tu cuerpo.

4 comentarios:

  1. ¿Me dices a mi que te hable? Nah! No creo te gustaría escuchar mi voz de ratón.

    Como dicen escribes bonito, eso si nomas cuando quieres porque cuando no, pos no.

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  2. Siempre quiero escribir bonito... Luego sale lo que sale. Y gusta o no, pos no. Beso.

    Salud.

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