Alza el vuelo,
ave fénix,
resurge de tus cenizas.
Alza el vuelo,
inmortal pájaro de plumaje rojo,
anaranjado y amarillo incandescente,
y desnuda con furia la penúltima esperanza,
que en las musas habitan los misterios y los sueños.
Alza el vuelo,
y al llegar el alba,
sella todos los agravios con tu risa.
(Un sí lacónico no es todo, pues aquí mis lágrimas ascienden al acantilado de las buenas madrugadas).
¿Como podría irme de aquí si escribes tan bonito?
ResponderEliminarBeso sin lagrimas.
No me digas que te querías ir... Ay. Beso.
ResponderEliminarSalud.
Buenas...
ResponderEliminar... madrugadas. Beso
ResponderEliminarSalud.