lunes, 1 de septiembre de 2014

Aquí yazgo.

Una amiga escribe en su blog acerca de la indefensión y el no saber qué hacer. Dice que sola no puede seguir y que volverá a que su loquera preferida la trate. Mal está todo: el mundo, las personas... ya solos no sabemos dar un paso tras otro. Estamos totalmente indefensos.

Son muchos los problemas que nos aquejan; luego está la enfermedad y la pobreza. El paro. Y por si fuera poco el amor: cada día que pasa tiene más protagonismo negativo en nuestras vidas. Incomprensible el amor.

Un día...
Un mes...
Un año...
Una vida...

A veces me acerco al mar y desde el acantilado veo las gaviotas volar a mi altura. Están al mismo nivel sobre el mar que pero ellas no tocan tierra firme, ¿estarán más seguras que yo?

Si doy un paso en falso me despeño... pero soy dueño de mis pasos. Ellas parecen más seguras y cantan, con un acento que asusta pero cantan, y sin embargo ellas tampoco pueden volar más alto que sus propias alas. Todos tenemos nuestros limitaciones, reconocerlo y pedir ayuda es de valientes

2 comentarios:

  1. Que ser valiente no salga tan caro dice Sabina. Ser valiente porque uno se acobarda frente a un panorama incierto y el griito de auxilio sale sin que uno lo quiera. No hay mas.

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  2. A veces no vemos muy claro si necesitamos ayuda.

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