miércoles, 17 de septiembre de 2014

La araña.

Esta mañana en la playa sucedió algo curioso. Estaba con la niña Atenea haciendo un pozo en la arena y apareció una araña. Al verla, se nos ocurrió tirarla al pozo y enterrarla para ver si era capaz de asomar la cabeza. Para nuestra sorpresa no solo asomó la cabeza, sino que se fue por donde vino como si nada hubiera pasado. La araña para salir del pozo se aprovechaba de la arena que le tirábamos con la cruel finalidad de enterrarla para asentar sus patas sobre ella y salir a la superficie. Ella era más rápida escalando que nosotros echando arena. Sin embargo, a la araña de poco le sirvió pasar la prueba del pozo, pues la niña Atenea al verla simplemente la aplastó con el pie.

De vuelta a casa, porque el experimento de la araña me dejó estupefaciente, pensé que en mi vida también pasé por más de un pozo negro, incluso estaba dispuesto a jurar que alguien me echaba arena para enterrarme, y desesperado e impotente me dejaba atrapar. No supe aprovecharme de la las circunstancias (la arena) para salir a la superficie.

Para salir de un pozo, según la lección de vida de la araña, lo primero hay que tener voluntad, o sea, querer salir. Lo segundo, ser creativo y olvidarse de quien nos está echando arena y sobre todo lo que pretende. Hay que dejar de cantar miserias y de preguntarse ¿por qué a mí? Y, sobretodo, mirar hacia adelante, de lo contrario, nos podemos morir de pena antes que asfixiarnos.

4 comentarios:

  1. "Hay que dejar de preguntarse ¿Por que a mi?..." según mi punto de vista cuando a alguien le sucede un evento traumático, el preguntarse eso es lo primero porque habiendo tantos la "mala suerte le toca a el o ella precisamente". Hay algunos que lo superan rápido y a otros que les puede tomar toda una vida hacerlo, depende de cada uno, sus traumas, autoestima, yo que se,

    Puede ser que para el normal de las personas sea difícil entenderlo pero hay que ponerse en los zapatos del afectado para entenderlo un poquito nomas.

    "Hay que dejar de cantar miserias... " ¿Por que? Si dejásemos -yo escribo miserias- dejásemos de escribirlas muchos quedaríamos mudos, no pidas eso por favor. ¿Mundo feliz?

    Por ultimo ¡Pobre arañita! Un bello cuento habría salido de esa aventura pero blah al final termino como todos mis cuentos, no hay final feliz.

    Buenos días para ti, yo apenas amanezco.

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  2. Buenas madrugadas.

    Ayer ya te dije que dejaras de cantar rancheras hasta las tantas de la madrugada (y beber tequila) y te fueras a dormir a la hora que van los niños y las señoras mayores... Beso.

    Salud

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  3. ¡Ahhhhhhh mis sales! ¿Señora mayor yo? ¡Ay!

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