El paro baja en agosto por primera vez
desde 2000, pero solo en 31 personas, sin embargo, la afiliación a
la Seguridad Social retrocede en 99.069 personas en su mejor agosto
desde 2005. El asunto está claro, seguimos perdiendo puestos de
trabajo. Entonces más hambre y paz de justicia. (Agencias).
A esto es a lo que llama el gobierno brotes verdes o amarillos... pregunto. Y nadie
contesta. El INE asegura que se debe al "efecto verano" y que el
trabajo sigue siendo temporal y parcial (aclaro que parcial es el
sueldo y la cotización a la Seguridad Social. El horario en realidad
es de diez horas o más sin derechos de ningún tipo). ¡Joder, dona, llévame contigo de una vez!
Y llegó el ministro Luís de Guindos) y dijo: "Hemos tocado fondo".
Y llegó el ministro Luís de Guindos) y dijo: "Hemos tocado fondo".
Y Carlos Puebla cantó: "Se acabó la
diversión, llegó el Comandante y mandó a parar".
Y Manuel Celaya, poeta, escribió:
"La poesía es un arma cargada de futuro".
Cuando ya nada se espera personalmente exaltante,
más se palpita y se sigue más acá de
la conciencia,
fieramente existiendo, ciegamente
afirmado,
como un pulso que golpea las tinieblas,
Cuando se miran de frente
los vertiginosos ojos claros de la
muerte,
se dicen las verdades:
las bárbaras, terribles, amorosas
crueldades.
Se dicen los poemas
que ensanchan los pulmones de cuantos,
asfixiados,
piden ser, piden ritmo,
piden ley para aquello que sienten
excesivo.
Con la velocidad del instinto,
con el rayo del prodigio,
como mágica evidencia, lo real se nos
convierte
en lo idéntico a sí mismo.
Poesía para el pobre, poesía
necesaria
como el pan de cada día,
como el aire que exigimos trece veces
por minuto,
para ser y en tanto somos dar un sí
que glorifica.
Porque vivimos a golpes, porque apenas
si nos dejan
decir que somos quien somos,
nuestros cantares no pueden ser sin
pecado un adorno.
Estamos tocando el fondo.
Maldigo la poesía concebida como un
lujo
cultural por los neutrales
que, lavándose las manos, se
desentienden y evaden.
Maldigo la poesía de quien no toma
partido hasta mancharse.
Hago mías las faltas. Siento en mí a
cuantos sufren
y canto respirando.
Canto, y canto, y cantando más allá
de mis penas
personales, me ensancho.
Quisiera daros vida, provocar nuevos
actos,
y calculo por eso con técnica qué
puedo.
Me siento un ingeniero del verso y un
obrero
que trabaja con otros a España en sus
aceros.
Tal es mi poesía: poesía-herramienta
a la vez que latido de lo unánime y
ciego.
Tal es, arma cargada de futuro
expansivo
con que te apunto al pecho.
No es una poesía gota a gota pensada.
No es un bello producto. No es un fruto
perfecto.
Es algo como el aire que todos
respiramos
y es el canto que espacia cuanto dentro
llevamos.
Son palabras que todos repetimos
sintiendo
como nuestras, y vuelan. Son más que
lo mentado.
Son lo más necesario: lo que no tiene
nombre.
Son gritos en el cielo, y en la tierra
son actos.
(Al menos que no nos falte la poesía como arma cargada de futuro).
Tienes razón, me gustan tus palabras¡¡
ResponderEliminarBesos.