Mienten los que dicen...

Llamar mentiroso a quien cree que la Fe mueve montañas es arriesgado al menos. Yo no diría tanto, y menos tratándose de los demás y sus derechos fundamentales.
  
Paz y amor a los hombre y mujeres de buena voluntad en la Tierra. En la Tierra y el Cielo. Dicen que la Fe mueve montañas, yo no lo sé. Lo que sé de cierto es que el humano ser no sabe de su fortaleza ni de lo que es capaz de hacer hasta que sufre un gran trauma. Pienso en mi esposa enferma de cáncer, y pienso en las decenas de personas que hay en la sala de espera de oncología. Todas capaces de mover montañas.
  
A quien crea que el Cielo es bello más allá del universo al que pertenece, a quien tiene la Fe religiosa, la inspiración para crear en un Ser Supremo, al bello Ser que ve pasar y atina a pensar "tú eres mi salvación, tu mano que mece mi vida, y yo soy tu fiel servidor" y mientras la vida va y no viene, al margen de la locura, yo al menos no diré que es mentira su creencia religiosa. Eso sí, para contemplar la vida desde una atalaya, suelto las riendas del bendito amor y prefiero correr tras de ti, para disfrutar un poco más contemplando tu hermosura. Amor.
  
Si por decir fuera, todos y todas podíamos decir que la Fe mueve montañas y que aleluya. Porque de una cosa estoy seguro, allí, unos y otras en algún momento del proceso acaban mirando a el Cielo en busca de un Ser Supremo. Las cosas son así, y no lo sé de oídas, entonces no diré que es mentira lo que alguno diría. A mí me es indiferente que la Fe mueva montañas, lo que quiero es que en un momento determinado seamos capaces de moverlas. Sea a base de Fe o de café con leche. (A mí solo, por favor).