domingo, 29 de septiembre de 2013

Medio año Fallero

El Medio año Fallero es un día que los falleros nostálgicos (sin preguntar a nadie, como todo lo suyo) consideran para recordar la última confusión de ideas fruto de la combinación de cultura del pueblo, cazalla del pueblo, charanga del pueblo y música enlatada. No son nostálgicos, son toros salvajes cuando salen a la plaza a morir. Mi pueblo ayer fue una locura de pueblo. A mi cabeza no sabía qué hacerle para que no se rompiera en mil pedazos.
 
A las ocho de la mañana, con un carro de la compra lleno de botellas de alcohol de todo tipo y graduación, acompañados de la charanga y petardos salieron por las calles del pueblo a decir al vecindario que era el día de la nostalgia. De recordar que hacía seis meses que habían quemado la última falla. Y que vaya por Dios.
 
Si yo digo nostalgia digo pena, melancolía, amigas idas, tristeza. Pero ellos dicen que no se puede dormir y que hay que bailar y saltar al ritmo que toca. Que tocan. Hasta el cielo se volvió de color clorofila, era un cielo cubierto de naranjas que no quisieron madurar y se fueron allí a teñirlo de verde y amarillo. Ayer, ni el sol se atrevió a filtrar sus rayos donde reposan las ideas de lo fantástico, el amor y la santa poesía. Y Les Seniaes lloraron en su agonía. Ay, dona, ayer hubiera querido ir a visitarte y llevarte un hueso y un poco de cariño. Hubiéramos organizado un día feliz. Pero no... aún no, y me tuve que quedar y aguantar las locuras repentinas de los falleros nostálgicos. Y mi hija Patricia la primera. 

2 comentarios:

  1. Yo...no se que son falleros, tendré que investigar aunque si hablamos de fiestas de pueblo hablamos de fuegos artificiales, ¡Awww me muero!

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  2. Puedes multiplicar por un millón y tendrás una pequeña idea de lo que hablo. Muchas gracias. Beso.

    Salud.

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