Consecuencia de la dictadura, teníamos una cultura política en este país, mucho discutíamos en clave política, pero ya no, por mucho que se empeñe el ministro Wert. Y menos los niños de tres años en adelante escoltados por La Guardia Civil para ir a la escuela. Ahora tenemos la cultura de la subsistencia. Somos un pueblo que necesariamente tiene que vivir y no sabe cómo. Tasas, copagos, impuestos, recortes (comisiones a políticos y sobresueldos), y paro, de eso mucho. Así no se construye un país, y menos una patria para todos y todas.
Viene al caso lo de arriba, porque en el Congreso de los Diputados hay goteras y sus señorías tuvieron que abandonar sus escaños y salir poco antes de la hora. El Congreso estuvo unos meses cerrados por obras que nos costaron 4,5 millones de euros y hay goteras. ¡Manda güevos!. En el país de la subsistencia todo cambia, la manera de pensar, de vivir o sobrevivir, incluso empezar la casa por el tejado.
Viene al caso lo de arriba, porque en el Congreso de los Diputados hay goteras y sus señorías tuvieron que abandonar sus escaños y salir poco antes de la hora. El Congreso estuvo unos meses cerrados por obras que nos costaron 4,5 millones de euros y hay goteras. ¡Manda güevos!. En el país de la subsistencia todo cambia, la manera de pensar, de vivir o sobrevivir, incluso empezar la casa por el tejado.
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