jueves, 19 de septiembre de 2013

¿Pero de esa mujer qué?

Una mujer cuidadosa de su imagen, comprensible, amable, confiable y verdadera, es un encanto de mujer, no tiene edad ni pasa el tiempo por ella, es la verdad a flor de piel. Es bendito amor y santa poesía.
  
Cuando se rompe la complicidad que motiva el bendito amor y la santa poesía, ocurre lo que ocurre. Es entonces cuando Les Seniaes se llenan de amores cuyas esperanzas cobran un significado de gran notoriedad.
   
Antes de contar una historia de amor imposible, se debiera contar una historia de amor que no se acaba por no usar...
  
El amor fluye como las ideas, aparece y nadie sabe cómo ni por qué. El amor llega inesperado y nuestros dedos lo acarician con toda naturalidad, como vida que es, como quien arrulla un bebé. Tal vez la María... Si María, la Magdalena, si ella nos dictara los pasos a seguir con palabras... Palabras que se escribirían cada día en un libro que guardaríamos en lugar seguro y cuando lo acabáramos no tendríamos que rectificarlo, pues lo consideraríamos real, incontestable a nuestro modo de ver.
    
¿Pero de esa mujer qué?
  
"Voy por Les Seniaes y me detengo, porque no estoy en esta madrugada ni quiero estar en otras. De la existencia de una bella mujer de ojos negros azabache, como dijo el poeta, no quiero volver a acordarme, porque me ha robado el horizonte".

1 comentario:

  1. Tu horizonte esta trepado en sus pestañas rizadas, ahí siempre se esconden.


    Beso

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