jueves, 5 de septiembre de 2013

Salir de aquí

En un rincón... no, en un rincón no. En un lugar... tampoco. Mejor sin dar el nombre de la ubicación... El nombre de aquí. Donde vivo, donde existo... ¡Joder, dona, a mí lo trascendental no me sale!. Se trata de un sentimiento que está amarrado no sé dónde y le cuesta salir... Es un sentimiento herido, y en los años altos duele tanto o más que en los años estúpidos de juventud. Estoy malherido y no sé cómo salir de aquí. Es un sentimiento que encierra preguntas... La partida necesaria. El silencio indispensable. El límite. El humano ser debe saber hasta dónde llegar sin pasarse.
  
Las vidas paralelas nunca se juntan... jamás. Y los sentimientos deben combinarse con el sentido común... Requisito imprescindible para este viaje maravilloso que es la literatura. Introspección de la conciencia literaria. No sé si la literatura tiene o no conciencia... Seguro que no, seguro que la conciencia es asunto del humano ser. Pero la literatura... ¿cómo reducir la velocidad cuando escribir es tu vida? Escribir... Interese o no. Yo solo quiero escribir al dictado del corazón sin lastimar la palabra. Y a nadie, claro, a nadie. Tengo que seguir viajando en mi mundo, eso no lo puedo evitar, también quiero conocerme mejor. Y ahora, a estas alturas del comentario, digo que la compañía viene bien, que me gustaría que quien en un descuido entre en de soslayo se quede un tiempo para viajar juntos por algún mar tranquilo. Y que me llegue a querer... eso también. Pero aquí.
  
Pasará un tiempo hasta que vuelva a salir de aquí... Lamento sacar mis miserias a pasear. Es todo.

3 comentarios:

  1. Si escribir es tu vida, hazlo para que no mueras.

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  2. Quiero compartirte que volveré a correr un maratón de 5 km. Sera en octubre, te lo quise compartir.

    ¿Hacia donde dirigiré mis pasos? ¿Recuerdas?



    Cuidate

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  3. Recuerdo. Procura no llegar la primera. Muchas gracias. Beso.

    Salud.

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