no puede callarse,
no puede perder el tiempo.
tiene que explicarse...
Tic, tac, tic... la aguja del reloj no
se detiene,
y mi inspiración no
encuentra sosiego.
Si por papel fuera... si por un lápiz.
Y la aguja del reloj, tic, tac, tic...
Ayer fue tarde... y hoy... y mañana...
quién pudiera reiniciar una
aventura...
volver a empezar de otra manera...
Quién pudiera interpretar sin pasión la verdad...
Hoy, sosegado contemplo lo sucedido
y me parece en el tiempo una eternidad
y los motivos...
¿qué motivos?
Estamparé mi inspiración
con palabras de amor resucitadas en el
cielo
cual feraz poema.
(Quien pueda que me diga si he soñado
un sueño).
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