jueves, 5 de septiembre de 2013

Vulnerabilidad

Vivimos una época fantástica de retos y oportunidades. Permanentemente hay cambios. Eso es bueno. Pero también hay inseguridades e incertidumbres. Eso es malo. De las crisis se aprende. Así como de las relaciones humanas rotas. Pero no se puede ir a ciegas por el camino. Las crisis obligan a cambiar comportamientos: hay que adaptarse a los nuevos tiempos que impone la economía. Todo pasa por gastar y dejar (si se tiene, como el amor). En realidad, tanto en las crisis como en las relaciones humanas, tenemos mucho que ganar y mucho que perder. Se trata de estar atentos, pero torpes de entendederas no aprendemos. Despreciamos las oportunidades que nos salen al paso... "Otro vendrá que bueno le hará". Otro no vendrá, ni otra oportunidad. No se trata de ganar o perder, sino de ganar o ganar.
  
Carentes de sentimientos, y no carentes de no tener sino de comprometerlos, vamos por la vida con nuestros egos y nuestras miserias incompatibles con el amor. ¿Qué nos ocurre? Si de sobra sabemos que solo vivimos cuando amamos, que solo una vida compartida merece la pena... ¿Qué nos ocurre? Vulnerables, estamos perdiendo el tiempo entre nuestras propias desavenencias. El tiempo, ese bien tan preciado... El tiempo.
  
El imperialismo económico global avanza de manera salvaje deshumanizando la propia humanidad, descapitalizándola de sentimientos. Y lo uno lleva a lo otro. Las inseguridades e incertidumbres que vivimos nos joden la vida. De eso no hay duda, dona, de eso no.

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