viernes, 4 de septiembre de 2015

Un buen consejo.

De una mala experiencia un buen consejo.

Esta mañana en el mercado el asunto se me fue de las manos y ahora llega la reflexión... De una joven bella y educada pero ignorante de la vida a más no poder tengo una mala experiencia. No estoy para más decepciones. Exijo, porque la cosa va a más, que nadie se levante de su asiento para que yo me siente en el autobús, o que me den la razón sino por viejo por loco. Entre algunas, por más que me quieran, me están echando a perder. Eso a mí no. De ahí que haya tenido unas palabras, las primeras de hombre a hombre, con Ian. Ian, le dije en plan serio, tú no me des la razón porque sí, haz de mí una mejor persona, tengo capacidad para aprender, créeme, dime sí o no según tu criterio y luego ya echaré mis cuentas. Y quiéreme, sobre todo quiéreme mucho. Te prometo que yo te quería antes de nacer... Tu vida ya es mi vida.

Los años pasan como un zapato veloz; los años pasan y enseguida aparecen los espejos y la noche se hace eterna... Los años pasan... Pasan los años y creo que la vida se me ha hecho demasiado corta... Esta mañana fue una joven y luego Ian, y más tarde quizá sea un tango de Gardel y veinte años no es nada. Pasan los años y si un viernes es mucho qué no serán veinte años sino mucho más. Pasan los años y pasa la vida y conviene dejar las cosas bien atadas que tal vez un nudo por hacer... Un velero sin un mar... Una isla sin un libro... Un te quiero por decir... Y ya me callo, no sea que me arrepienta y una cosa lleve a otra y bien sabe Dios que nadie está obligado a hacer lo imposible... Se les quiere.

5 comentarios:

  1. No hay imposibles, es mi enseñanza para Natalia. Todo se puede si tú lo quieres. Querer de querer, querer de poder, querer para amar.

    Claro que ella me pone en aprietos cuando entre tanto, me dice: No todo se puede abuela. No puedo cargar a mi papá aunque quiera, soy chiquita.

    ¿Cómo se puede ser mejor persona quién ya lo es?


    Querer sin restricciones los imposibles.

    Un abrazo

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  2. Como dice el semidios de Sabina: No hago otra cosa que pensar en ti y no se me ocurre nada.
    Y cuando digo nada es nada (eso lo dije yo).

    Buenas madrugadas le de dios, caballero.

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  3. Buenas madrugadas.

    Al Sabina tampoco se le ocurriría esa canción... Beso.

    Salud.

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  4. Jajaja verás, tengo un compacto -Dos pájaros de un tiro- donde Serrat canta canciones de Sabina y Sabina de Serrat. Como anoche lo estaba oyendo pues ya está. No me equivoqué jaja.


    No me distraigas, debo volver a dormir.

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  5. ... una pesadilla... ¡Qué mujer!. Beso.

    Salud.

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