La sabiduría popular sentencia que la mejor manera de romper una relación de amistad es pedir dinero prestado. Y yo preocupado... Creí que tendría que desconectar el ordenador, o borrar los archivos, o reiniciarlo como si nunca hubiera existido. Ahora le envió un "emilio" de urgencias pidiéndole dinero prestado. Y el viernes, en el mercado elijo una, entre todas la más bella. (No dejará de haber un roto para un descosido).
No sé que providencia nos hizo coincidir en el camino,
no sé qué ley, qué fe, qué don o qué carajo.
(Te hecho de menos).
Solo pretendo seducirte de nuevo con la palabra.
Y darle otra oportunidad a la amistad.
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