martes, 22 de septiembre de 2015

Codicia franciscana.

No se me ocurre nada interesante para escribir y vuelvo a la falsa moral y a la sospechosa ética, pero añado la sensata estupidez que atraviesa la línea de no retorno al talento. Vivimos de aquella manera y no es bueno para la convivencia. Obnubilados por la demencia que provoca la sensanta estupidez, empujamos el carro a la peor convivencia posible. Si la vecina chismosa me moja la ropa del tendedero yo le tiro la maceta a la cabeza y en ese plan. 

Una convivencia en la que cada cual vende sus utilidades a precio innegociable nos conduce a la inhabilitación como sociedad. Asesinado lo humano, solo vale lo que produce rentabilidad. Donde habita la prepotencia el abuso impera. Tengo la percepción de que no avanzamos pero la realidad es que avanzamos hacia la destrucción (según predice la NASA hoy caerá un asteroide en Puerto Rico y un terrible cambio climático provocará el fin del mundo). Eso. Torpe de entendederas, o impongo límite a las horas que dedico a leer y escribir o vuelvo al manicomio y dejo mi vida en manos de quién proceda. 

El PP recortó todo menos la codicia franciscana. (Imagino este mundo visto desde afuera y me entran ganas de llorar).

4 comentarios:

  1. ¿Eres tú quién dice no no ocurrírsele nada de qué escribir? Vamos de soslayo sé menos modesto. Escribes tres textos en menos de lo que yo tardo en abrir completamente los ojos. Si quieres puedes escribir lo que te plazca pero es si quieres, todo es cosa de que lo quieras digo yo.

    Buen día


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  2. Son cosas sin más... No interesan. Beso.

    Salud.

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  3. A mi siempre me interesan menos cuando hablas de Rajoy.

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