Día Mundial del Medio Ambiente

El humano ser es imperfecto, pero si de ser justos se trata, que cada cual cargue su culpa. El respeto al Medio Ambiente es obligación ciudadana. El que a conciencia obra sabe de qué hablo.

 

Nuestro entorno es la herencia de nuestros hijos. Será de ellos como ahora es nuestra. Debemos defenderla. El aire que respiramos, la vista, el olor, el sabor. La tierra y el mar. Medio Ambiente. La Salud. Es la manera de vivir que nos impide siquiera ver de soslayo las consecuencias del daño que le estamos infligiendo al Medio Ambiente. Destrozo a reparar. Debemos rectificar comportamientos, pasar de las palabras a los hechos por un futuro más ecológico. Debemos exigir responsabilidad a los países industrializados: economía verde, transparente. Es necesario tomar conciencia y darnos una oportunidad acerca de nuestra relación con el hábitat.

La Asamblea General de Naciones Unidas lleva reflexionando cuarenta años sobre el asunto y vamos a peor. Nada hemos aprendido. Seguimos siendo los mismos inconscientes de siempre. Tenemos que tomar la vida e serio, administrar mejor el Medio Ambiente, no podemos seguir degradando por más tiempo el universo de despropósitos. Biodiversidad. En un mar de dudas la brisa es el paradigma que mueve las olas. Obremos pues para lograr un universo sin contaminación, no le temamos a los países industrializados como el demonio. O como yo a tu ausencia.

Hundirme en el musgo fresco de tu boca
y renacer bajo ternuras en el bosque que oxigena el aire;
y tu pelo negro azabache,

y tu mirada decidora,
y tu horizonte.

Para que no te vayas cuando te busco,
cada silencio tuyo,
cada árbol,
cada río,
cada sonido (sinfonía),
es un clamor en el bosque.

Silencio en tu universo
Silencio y sola.