sábado, 30 de junio de 2012

El GPS de mi hija

Mi hija me explica que no puedo ir por ahí extraviándome, que un día no me van a encontrar... Se refiere a que siempre que voy en coche me pierdo.

De cuando en vez cojo el coche y me adentro por las carreteras del interior para conocer. Y sé a la hora que salgo pero no a la que regreso. Mi sentido de la orientación simplemente no lo tengo. Entonces me dice que me dejará su GPS para no perderme.

-¿Y qué si echo migas por el camino como Pulgarcito...?
-Hazme caso, papi, el GPS te lleva y te trae de vuelta sin problemas, y es muy fácil de utilizar, incluso para ti que estás reñido con la tecnología.

Y ayer, porque mi hija lo dijo, decido ir a la ventura por las carreteras de esta mi bendita tierra valenciana. Enchufo el GPS, y lo primero que me dice la chica de la voz es que me ponga el cinturón de seguridad y que le diga adónde quería ir. -"Si lo supiera igual te desenchufaba, listilla", le contesté. Luego me di cuenta que estaba hablando con un GPS y no podía ser bueno. La tecnología acabará matándonos, sino al tiempo. De cualquier forma el GPS trataba de protegerme. Ya estaba todo programado y a punto de arrancar y regresar al mundo real de andar los caminos y perderme como siempre o no, que ahora llevaba el GPS de mi hija. De tirar pa´lante como los de Alicante, y en el primer cruce: "coja usted la primera salida y en la circunvalación salga por la quinta salida, y lo antes que pueda de la vuelta y coja la N-560, después siga por la derecha 15 quilómetros, y...". Y lo desenchufé: el cacao que me montó, además del dolor de cabeza que me levantó, pudieron más que mi paciencia. Mi hija tiene condiciones perfectas para ser dirigida por un GPS, yo no. Prefiero perderme a que un GPS me diga lo que tengo que hacer para ir a dónde quiera. Para dar un garbeo antes de comer o cenar o desayunar, a la hora que regrese, como el silencio no hay.

4 comentarios:

  1. Es curioso lo del GPS, yo creo que la tecnología matarnos no lo se pero al final nuestras neuronas quedaran obsoletas por falta de funcionamiento, yo le digo a mi padre que para ir a Valencia tengo que ponerme un GPS y se ríe en mi cara, el que no sabe apenas leer y escribir, que fue varias veces a Navarra con un 2 Caballos, a Madrid a casa mis tíos etc.. sin GPS y sin autovías de 4 y 6 carriles, y ahora no somos capaces de ir a la calle San Vicente de Valencia, no se si esto son adelantos o atrasos, prima de riesgo o rescate, tendré que preguntárselo a mi GPS.

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  2. Me gusta tu respuesta sabrosa como el buen café... A veces buscamos disculpas para decisiones que ya tenemos tomadas de antenano.

    Salud.

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  3. ¡Menuda comercial sin GPS! Me suelen decir. Como si la presencia en mi querido motocarro de este artilugio del diablo elevase mi categoría profesional. Ni lo tengo ni lo quiero. Ya desde pequeña mi madre decía que tenía un problema con la autoridad, que no soportaba que me dijesen lo que tengo que hacer. "En la rotondita que hay después del girito a la diestra, tuerza usted a la siniestra y si la carretera sigue en el mismo lugar, todo recto" Argggggggggggg no lo soporto, esa "tipa" a la que no conozco de nada, esa voz del otro mundo que me quiere llevar a donde a ella le dé la gana. ¡No señor! Yo soy una comercial de las de antaño. Mi Gps se enciende al bajar la ventanilla, busca destino con mi sonrisa y tiene la voz y forma de la señorina o caballero del pueblo que me toque visitar. Es de carne y hueso, huele, tiene tacto y me acompaña durante unos minutos en mi soledad.
    GPS Gran Perdida de Sentimiento. No va conmigo.

    Besu

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