Mariano Rajoy y Europa

Hablando en plata: "Europa será más Europa pero España es menos España". Y todo, consecuencia de una economía volcada en beneficio propio. Rajoy dijo que fue él el que obligó a Europa a darnos una línea de crédito de cien mil millones de euros. ¡Qué estupidez!. Mis hijas en sus tiempos de adolescencia me vendían a menudo motos de gran cilindrada, así Rajoy y sus miles de millones que no van a deuda. España está en una situación jodida y ahora más porque debemos más dinero: un diez por ciento según los expertos (en función de lo que necesiten los bancos) del PIB. De Guindos habla de condiciones ventajosas del crédito para los bancos, y yo digo que si lo son, que ya veremos, lo serán para el contribuyente. Y mientras, las familias, los trabajadores autónomos, las pequeñas y medianas empresas, los emprendedores, con ERES o en la ruina, o camino del cementerio. Rajoy les da dinero a los bancos para que luego, capitalizados, les presten dinero a las familias y etcétera. Pero no, que si así lo quisiera, lo daría de alguna manera directamente a las familias y etcétera. Lo de crear empleo no será para este siglo.

La incompetencia política en este país la pagan los ciudadanos. También irresponsabilidad causante de este rescate multimillonario. Y la corrupción que no cesa: es raro el día que los miedos de comunicación no nos enseñan a un político entrar o salir de la cárcel. La desesperanza nos inunda. La desilusión se ha cargado a los jóvenes y la depresión a los mayores. Actividad financiera perversa, gestión del despilfarro, burbuja del desastre.

Rajoy dice que sabe lo que hay que hacer y lo hace: una pésima gestión política asociada a una crisis de valores éticos que ha llevado a una sociedad doliente a la ruina, al sueño colectivo del Estado de Bienestar que teníamos. Siempre digo que no hay tiempos pasados mejores sino viejos amores, pero ya lo pongo en duda.
 
No fumo ni bebo alcohol por prescripción médica (me salvo de la inminente subida de los impuestos indirectos), con esto quiero decir que no es mérito mi vida más sana de ahora, es miedo, pero sigo con la mala costumbre de comer. Y comer me va a salir ahora por un pico. Más comisiones en los bancos porque hablamos de capitalizar bancos, más IVA porque hablamos de reducir el déficit del Estado, y si cabe en el papel, más letra pequeña en la reforma laboral. Me tendré que reinventar de nuevo. Así mi vida: una verdadera telenovela colombiana.