Yo, como el centurión, pero hospitalario, sí le dejaría entrar en mi casa para sanarme: qué menos. Pero poner la otra mejilla prefiero correr. Y perdonar es jodido, no es que sea rencoroso, pero no soy de mucho perdonar. Además, ir a la iglesia a pedir no lo veo porque te dan a elegir pero el resultado no es tangible.
Ayer el cura no dijo nada nuevo, pero curiosamente, comparó "el perdón de los pecados" con un estudio científico. Parece mentira, con lo mal que siempre se han llevado la iglesia y la ciencia. Dijo: "Según un estudio científico, perdonar puede reducir la presión arterial, los niveles de depresión y ansiedad, y mejora el sueño. Quienes perdonan tienen mejores relaciones con las demás personas, se sienten más felices y esperanzados, muestran bienestar psicológico".
Yo no duermo pero sueño, y me vendría bien aliviar la depresión y la ansiedad, el bienestar psicológico. También estaría bien relacionarme con los demás pero perdonar no puedo. A veces creo que me mantiene vivo la esperanza de ver pasar por delante de mi puerta... no recuerdo el refrán. Y reconozco que vivir con rencor es malo. Tal vez si pudiera vivir con el rencor por un tiempo y luego darle salida. Dejarle ir con mi decepción y sin consuelo por el atroz camino que me hizo recorrer. Eso estaría bien.
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