sábado, 16 de junio de 2012

Un escritor con librería propia

En un país donde apenas nadie reclama, yo quiero reclamar mi tiempo perdido. Mis deseos, mis anhelos, mis metas, mis esperanzas y mis sueños bien maquinados para poder convertirme en un objetivo creíble. Mi tiempo perdido lo necesito para transformar de manera más racional las aspiraciones que tenía respecto al tiempo que tenía destinado para vivir sin que nadie me convierta de nuevo en un autómata del trabajo. Quiero trabajar, claro, pero más quiero vivir y disfrutar de la vida, y compartirla. Quiero vivir aferrándome a los buenos momentos y mejores besos. Y quiero ser selectivo. Quiero ser un escritor con librería propia. En la cumbre de mis aspiraciones quiero hacer realidad mis sueños para seguir soñando. Quiero vivir amarrado a las últimas tendencias, a los procesos evolutivos del humano ser. Quiero adoptar el dominio a base de creatividad, el tiempo que representa un desafío que algunos entenderán. No soy de mucho explicar, que se entiende o no, pero uno vive en comunidad y ama, y eso me obliga a intentar expresarme. A pesar de que luego siempre habrá quien diga...

Permanentemente corremos a través del tiempo y no podemos parar. Es consecuencia de esos asuntos inaplazables que se apoderan de nosotros y acumulan tensiones que nos impiden actuar coherentemente. Entonces cabe preguntarnos: ¿por qué y para quién organizamos nuestro tiempo? Pienso que nos hace falta volver a la escuela pero con otros maestros: nos hace falta una reeducación y un entrenamiento distinto para lograr ser dueños de nuestro tiempo. Por eso yo quiero reclamar mi tiempo perdido y ser dueño de él. Quiero reinventarme. Quiero entregarme a un sueño que llevo muy adentro. Quiero ser dueño de mis actos, intentar alcanzar lo que me plantee. Quiero tenerlo todo previsto estimulando mis sentimientos sin ser una máquina. La vida no me ha tratado honestamente, un trabajo enfermizo me impidió ser lo que quería y solo pude soñar. Yo quería ser un escritor con librería propia para escribir un libro y luego dedicarlo con amor. En los años altos de mi vida quiero tomar el control porque considero que aún me queda tiempo para escribir un libro. Pero si por una aquel no pudiera, o fuera incapaz de escribirlo y venderlo y dedicarlo con amor en mi librería, quiero recuperar el tiempo perdido aunque solo sea para vivir sin miedo.

Muchas personas temen que al organizar su tiempo pierden espontaneidad. En realidad, la persona dispone de completa libertad para organizarse a su manera y darse tiempo. Para eso hay que ser audaz y creativo, inteligente y original. Porque en realidad solo tenemos el límite que nosotros mismos nos imponemos.

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