lunes, 4 de junio de 2012

Palabras a media voz

Dame un suspiro sin nervios encendidos de besos desatados de pasión,
de hambre, de carne…


Para nosotros la noche entera y nada de mañana:
solo tú y mi sentimiento de deseo naufragando en tu mar.

Navegando se rompió la tarde.
La secreta nostalgia de una confesión con la complicidad de las palabras:
Palabras a media voz.

Cuando avanzan los días
tus manos y tu boca son capaces de navegar húmedas por un mar oculto que no entiende de prisas,
de marejadas y tempestades.

Y después como siempre:
¿Cómo estás?
¿Recuerdas cuando no sabíamos quién éramos?

Ahora tu ausencia aletargada se instala en el pasado y a veces se revela en el presente.
¿Cómo recuperar la esencia de aquellos momentos para cambiarlos, quizá?

A veces me acostumbro a tu ausencia y me olvido quién soy.
Salgo de mí solo y a mí regreso.
No escapo de mi presencia ni de la tuya y me encierro en el silencio con tu recuerdo;
me absorbo y me enveneno de ti reduciendo cada vez más las palabras y los pensamientos,
y todo a una hora absurda,
diferida de un minuto y crecida de infinito,
para poder, tal vez, retenerte en mi imaginación.

4 comentarios:

  1. Gracias por seguirme Escribis muy bien

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  2. La nostalgia propone una partida en las horas absurdas y vamos arriesgando recuerdos, arrancándolos del corazón para depositarlos en el presente. Es lo que somos, el antes, el ahora y lo inesperado. Una conjugación de experiencias que nos guían para hacer y para no hacer. Y todo a una hora absurda, donde te metes en mi pensamiento.

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  3. Las horas absurdas todas para nosotros. Beso.

    Salud.

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