Como todo ser de espíritu trascendente... Son tus ojos y de ellos tu mirada indomable capaz de ir más allá del descubrimiento del nuevo día. Si pudiera te inmortalizaría como dama de la poesía. O en un lienzo con uno y mil colores. Sin ser lo que pareces tu sensibilidad te delata; singular sensibilidad capad de mirar de soslayo donde nadie más puede hacerlo; capad de inundar de luz los corazones de los sin techo, de los desahuciados del amor... Mujer siempre traspasando los límites de la imaginación: obra maestra de la creación. El diamante en bruto que cualquier orfebre quisiera esculpir. La palabra por escribir.
Estas palabras escritas con nombre de mujer, intentan expresar un sentimiento tal vez de gratitud a la aptitud que alberga un ente trinitario. Mujer de cariños infinitos y de formas impecables, me deshaces en tu caos insomne de soledades.
Por andar el camino de tu orientación. Por encausar tu talento. Por descubrir el amanecer contigo entre sábanas de algodón egipcio. Por estar a tu lado el día que decidas almacenar tus inquietudes y tus pasiones... por ser yo su receptor. Amor inmarcesible.
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