Vivimos por encima de nuestros sueños

Me gusta estar informado, pero no lo estoy. Los medios de comunicación todo lo interpretan, manipulan la información y cuando llega a mí la noticia igual me cae bien que mal el mismo hecho. Y no puede ser igual. Hasta la verdad se interpreta, de ahí la función de los jueces. En Internet todo va rápido; en este mundo todo va muy rápido, y yo no soy capaz de seguirlo, procesarlo o lo que sea. Antes tomaba café mientras leía la noticia más interesante y la releía si hiciera falta, para acabar exclamando un ¡mira tú por dónde... y parecía tan bueno... Que engañado me tenía el jodido!. Ahora es bueno y es malo al mismo tiempo. Y releer no puedo porque la noticia ya no está.
 

Y mientras, porque siempre llueve en esta época del año, creemos que las cosas no van con nosotros y derrochadores, hipócritas, vanidosos, consumistas llega la pregunta: ¿adónde vamos como sociedad? Es tema interesante que crea opinión y da argumentos a un de soslayo que durmió a pierna suelta y sin mala conciencia (no como alguna). Sociedad insustancial sin patria ni bandera, sin contenido en la nevera, carente de principios básicos, clientelista del mercado de los domingos con tal de no ir a misa y pedir perdón. Sociedad corrupta por soñar que tiene y disfrutar de ello ilimitadamente.
  

Hoy, como crítica general sin nombre ni lugar de precedencia, quiero decir que una parte de la sociedad está vacía de moral y no es feliz aún teniéndolo casi todo. Es una minoría acomodada en una sociedad maltratada. Y no es feliz porque no se entera, está mal informada, y lo peor contagia. Es la cultura del momento donde todo vale porque nadie se para a pensar... Es una cultura permisiva, ridícula, banal, trivial, vulgar, fatua; la cultura del "todo vale". Cada día más fundamentalista y experimental. Como la cara de la falsa moneda. Por un lado es humanista y por otro anarquista. Todo no es suficiente para ellos. Ni para el resto. Porque digo una parte y somos todos. Somos un experimento de sociedad que no sabe a dónde va. Experimento globalizado. Experimento caótico. Esta sociedad vive engañada, no promete y peor avanza. Es inquietante la quietud que implica al progreso de la evolución, y más la capacidad que tenemos de enfrentar esa evolución a nuestra realidad. Culpable el cuarto poder. Vivimos por encima de nuestros sueños.