miércoles, 12 de junio de 2013

La sonrisa de la amiga de mi esposa

Ayer tarde, mi esposa fue a caminar con unas amigas, yo les digo vecinas, sin embargo para mi esposa son amigas. Siempre digo que tengo la misma edad de mi esposa (la mujer que amo), incluso su misma imagen, pero no, mi esposa es mucho más joven que yo (y más guapa). Pero como yo, solo tiene dos amigas, a pesar de que para ella las vecinas son amigas... Mi esposa merece la pena, pero sus vecinas, ay, en fin. Digo que tengo dos amiga y tampoco es verdad: uno es amigo. Pues bien, como si fuera la vecina chismosa, ayer entré facebook, digo que entré facebook y digo en el de mi esposa, yo no tengo. ¡Qué triste todo lo mío!. Sé que no se debe hacer y nunca lo hago, la María lo sabe, pero ayer... El caso es que este fin de semana mi esposa fue con unas vecinas de cena (lo tengo escrito por ahí), y entre todas iba una de sus amigas... Para qué más rodeos y disimulos, entre en facebook para ver su sonrisa: La sonrisa de la amiga de mi esposa.
  
Cuando era joven y yo también salía de cena con unos y otras, no nos hacíamos fotografías para la posteridad, ahora sí, aunque no son para la posteridad, son para colgar en Facebook. Yo sabía que las habían colgado porque vi a mi esposa reírse, y mi esposa no es de reírse sola, digo sola y digo conmigo (que igual es lo mismo). Y efectivamente, entré y las fotos de la cena estaban colgadas. Eran fotografías de vecinas pasándoselo bien. Unas estaban comiendo y otras haciendo chuminadas, y algunas más selectivas: precisamente una de mi esposa y su amiga abrazadas. 

Entre en facebook cuando mi esposa se fue a caminar con unas vecinas para ver la sonrisa de la amiga de mi esposa. Así fue. Qué no daría por tener su sonrisa... o simplemente tenerla como amiga. Una amiga ida y un amigo ausente... ¡Joder qué triste todo lo mío!.

2 comentarios:

  1. Yo entro a Facebook para ver a mi amigo - que no tiene- pero su esposa si y eso es muy triste.

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  2. Los amigos nunca se ausentan, solo por circunstancias de la vida son mas o menos visibles, pero en el fondo siempre están ahí, a deshoras pero están ahí en silencio.

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