jueves, 27 de junio de 2013

Afrodita

Me impones el caos en mi mente, me arrebates la luz de la estética con tu vocabulario soez de alcoba barata. Desprecias los sentimientos que pueblan mi vida con tu insultante arrogancia; me inyectas tu veneno en las venas; desprecias el principio humano: amor. Negación sistemática y abusiva: tus chantajes, tus maneras de gentilidad, tu arrogancia. Indiscriminada violencia. Infortunio. ¿Crees que debería mancillar la luz de la María como símbolo inspirador?
 
Entonces me miro, y su mirada penetró en mi corazón como la punta de un dardo envenenado.
 
Repetiré su nombre en la noche, cada letra que lo forma, y a base de repetir su nombre, en vez de desearla la lloraré. Le dediqué miles de sueños... Comprendo su lujuria pero me sorprende su atracción... y su partida.
 
Sin emoción,
sin esperanza,
sin consuelo:
vacío el alma.
Me deja irresoluto.
 
Me enseño la cara oscura de la luna, a disfrutar con ella, y ahora desaparece en un día pasado por agua que auspicia tormenta. La acompañaría a dónde fuera, iría con ella a caminar bajo la lluvia. Haría de este día un adiós sin resentimientos. No le guardaré rencor. No puedo guardar rencor al amor...
 
Buena iniciativa pero irresponsable: Tú, que cantas tus vivencias por la ribera del río, escucha cómo repito tu nombre: Bella. Bella. Bella... Como repito tu nombre, canta un enamorado en su llanto... Mandas en mi corazón: ¿por qué ahora me ofreces la ley del silencio? Bella de altos vuelos... Afrodita.

2 comentarios:

  1. Espero que tu Bella vuelva si con eso eres feliz, nadie debía abandonar a los poetas.

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  2. Todos somos felices con algo... Muchas gracias. Beso.

    Salud.

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