martes, 4 de junio de 2013

Viejo gruñón

Hay quien dice por ahí que soy un viejo gruñón. Me es indiferente, pero si es verdad, quizá, como todas las cosas tenga un principio: Yo de pequeño también era bendito.

Esto de hoy es un chiste comparado con otros días y tiene su origen en la consulta del médico. Hablo de mi pueblo y de Eugenio. Esta mañana, mientras esperábamos que la médica abriera la consulta, un Eugenio desconocido, me comentaba que volvían los tiempos de esclavitud en el mundo laboral... Es cierto, la cosa es seria y va para dolor que después de desaparecer la esclavitud y el vasallaje obligado a pagar feudo, de nuevo llame la esclavitud a la puerta con la intención de quedarse. Y seguía hablando a la vez que levantaba la voz: "No lo podemos permitir, cueste lo que cueste, hay que detener esta lacra de sumisión como sea. ¡Quitémosles el negocio a estos dominadores que nos gobiernan!".

A Eugenio no le entiendo, o no sabe lo que dice... No me imagino que en medio de la consulta del médico nos anime a dar un golpe de estado, él no es así, ni las cosas deben ser así. Eugenio está muy mayor. Lo lamento buen amigo, para viejos, en el mejor de los casos vamos todos. Y pasamos del silencio al asombro perdiendo facultades mentales. Pero seguía enredado en una ira nada habituall:

"Ya son multitud de personas desahuciadas de la vida que viven en la calle, que no tienen para darles de comer a sus hijos, que están atadas a la explotación. Esto no puede seguir así. No hace mucho, se decía mileurista a un trabajador que ganaba para ir tirando y hoy es una quimera. La crisis nos está cambiando para mal. Menos mal que aún no llegamos a la trata de personas. Y luego está la salud, la educación, la pobreza, y de la dependencia qué puedo decir si Carmen lleva esperando cuatro duros de ayuda al mes que le aprobaron hace cinco años... No miento si digo que hemos vuelto a la Edad Media y no por el túnel del tiempo".

Perdona, Eugenio, acaba de llegar la médica y te está llamando: eres el primero (y para mí). Tranquilízate buen amigo, y recuerda a quien bien te quiere. No le des un disgusto a tu corazón que es el de muchos.

Y luego hay quien va diciendo por ahí que soy un viejo gruñón... Aparecerá el verano sin llegar la primavera. Hojas resecas... flores pisoteadas... tierra muerta. Todos huérfanos de pan y justicia. Oculto en la esperanza, me guardo la ira implacable de Eugenio, y su cara contraída y mi puño en alto... Para los que más sufre esta crisis, vendrán tiempos mejores. Y para los demás que cada vez son menos. Salud.

4 comentarios:

  1. Lo siento, no fue mi intención, te pido me disculpes.

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  2. No lo sientas. Me sirve para escribir... de algún sitio tengo que sacar los temas. Muchas gracias. Beso.

    Salud.

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  3. La semana pasada los tiempos se veían venir duros para mi hijo, quedarse sin empleo era lo que vislumbraba en un recorte de cerca de 700 personas. Parece que la ha librado pero eso si tendrá que trabajar más horas por el mismo sueldo.

    Los tiempos no son tan buenos.

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  4. No en el aspecto laboral ni en otros de carácter social... Esto no nos lo esperábamos. Muchas gracias. Beso.

    Salud.

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