miércoles, 12 de junio de 2013

¡Joder qué triste todo lo mío!

Una amiga de antes, ay, me decía que tenía el sentido del humor en paradero desconocido. Y es verdad. Era y es verdad. No entiendo los chistes: cuando la que lo cuenta se ríe y los demás se sonríen para luego acabar todos por el suelo echándose las manos a la barriga de tanto reír, yo ni me entero. Soy triste porque no tengo sentido del humor. Triste de morir. Y no es que mucho haya sufrido, es que todo lo mío es así de triste. Incluso otra amiga me dijo que estudiara para enterrador, que los enterradores no tienen sentido del humor (ni siquiera humor negro) y que ganan mucho dinero. Al parecer tienen un fijo y una comisión por entierro. Eso sí, que cuando llegan a casa no pueden hablar de su trabajo: "si te lo cuento te tendría que matar", como las películas de terror. Que en este caso sería al contrario, "si me lo cuentas te mato".
 
¡Joder con las amigas!. A pesar de que mi amiga del alma (la que no me habla), tal vez por mi ironía, que igual de eso tengo, siempre me dijo que era muy simpático... A esta amiga la quiero de verdad. Según me cuentan, anda haciendo gestiones para otra amiga que necesita trabajar. (Al parecer es cuestión de salud). Me consta, porque la conozco, que hará lo posible para conseguir que su amiga trabaje. Ella tiene un cargo importante en una empresa de la comarca. Pero lo tiene jodido. Aunque algo tengo seguro, lo consiga o no, nada le dirá. Callará y asumirá la victoria, si así fuere, como su obligación de amiga, y si derrota como propia. Mi amiga siempre fue de pocas palabras. De ella, tengo escrito por ahí que es una dama, que es mucho más que una mujer.
  
Pero que lo uno no quita lo otro, que lo cortés no quita lo valiente. Que me tienes contento, vaya. Por cierto, ¿cuánto hace que no entras en de soslayo? Acabarán quitándome el blog por falta de visitas. Ni las amigas que no hace mucho tiempo resumían alientos del alma para enviármelos por e-mail vienen a visitarme. ¡Qué triste todo!.
 
Sacudiendo recuerdos, me acabo de dar cuenta que son las cinco de la tarde, es miércoles y no huele a café. (Te resistes, ojalá no te rindas). Te echo de menos...

5 comentarios:

  1. Y es aquí que digo cuando la única que visita un blog soy yo: Tsss que triste la única que me visita es la MaLquEridA, ¡Ay que penita pena me da! Que triste ser triste.

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  2. No es triste que seas la única que me visitas (diga lo que diga), lo triste sería que tú no me visitaras... Muchas gracias. Beso.

    Salud.

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  3. No he dormido casi nada desde entonces, una mente insomne no es muy clara si de escribir se trata. Anoche tome mi pastilla mágica y pude dormir, desperté ahorita y vine a leerte. Buenos dias.

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  4. Buenos días. Claro que no son horas... Muchas gracias. Beso.

    Salud.

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