España y yo

Recibo un e-mail que dice: "tus amigas de Facebook te echan de menos". Y me pongo a llorar como una magdalena. No sé cómo lloran las magdalenas pero me enterneció tanto que mis amigas de Facebook me echaran de menos que no me paré a pensar que no tengo cuenta abierta en Facebook. Llorar es bueno, es saludable, pero siempre tienen que haber un motivo. Bueno o malo. Que por el mismo precio se puede llorar de alegría o de tristeza. Un vecino de asuntos económicos dice que en Europa estamos de lujo, y que hicimos bien en entrar, pero que como lo hicimos en tiempos de bonanza, y nuestros políticos no ven más allá de lo que tienen en sus narices (la verruga) mejor lo hubiéramos hecho manteniendo la Peseta. Y pone ejemplos: Inglaterra, Suecia o Dinamarca están en la UE, pero con sus propias monedas. Y que los mercados financieros y el tiempo, les han dado la razón. Y más dice: si España se hubiese mantenido con su moneda, hoy no tendríamos un paro de más del 20%. Y eso jode, sobre todo a los que padecemos las consecuencias. Abrió un debate en su blog y tiene muchos comentarios. Lo cierto es que nadie sabe a ciencia cierta por qué tenemos que tener el Euro como moneda única. Lo que dan a entender es que no nos interesa. Como a mí las amigas Facebook que no tengo. He leído en la agencia EFE, que Standard & Poor's, al rebajarnos la calificación de la deuda, España pagara el dinero más caro. También dice, al final de la noticia, en ese espacio en el que los contrataos nos engañan, que Standard & Poor's no vio venir el perjuicio que causaría el asunto inmobiliario en España. A Dios gracias, Mariano Rajoy sostiene que, "el Gobierno sabe lo que debe hacer para mejorar la reputación de España". Eso es un consuelo porque lo dice el mismo día que acabamos de saber que 2011 acabó con 5,4 millones de parados. (Si hablamos de reputación, porque nadie nos echa de menos, nos podemos dar por jodidos. España y yo).