lunes, 16 de enero de 2012

De lo que uno se entera barriendo la acera

Ante el olvido de un pasado glorioso con todas sus miserias, ante una juventud alienada con los sueños, ante todo lo que merece la pena ser alcanzado, ante la colindancia, digo, que ante la ausencia de quehaceres trascendentes al menos, había renunciado a mi vocación de sacrificio por los demás (ejemplo de tantos ejemplos). Sin embargo, mi vecina chismosa me ha dejado estupefaciente al decirme que mucho bla, bla, blá de los demás, y que mejor haría en escuchar detrás de las puertas, de puertas a adentro. Mi vecina chismosa es chismosa, quiero decir que tiene buen corazón, pero debería callarse sus patrañas, meterlas donde le quepan. Ocurrió tal que así: Esta mañana barriendo la acera coincidimos. Yo siempre espero a que ella acabe para salir, pero hoy me despisté: culpable la novela. Está de un interesante... Después del saludo vecindario me dice sin venir a cuento: "los abuelos disfrutan más de los nietos que disfrutaron de los hijos". ¡Amaneció!. "Disculpa que tengo que ir a misa. Si coincidimos mañana ya hablamos de nuestras cosas", me dice. Qué nuestras cosas serán esas... Y se fue, dice a misa, que no sé yo... Qué querría decir la muy chismosa... Y seguí barriendo la acera que bien la podía barrer el alcalde si no tiene dinero para contratar una empresa de limpieza que yo pago mis impuestos, señor alcalde (imperativo: cobro de un solo pagador y es el estado). Ay, me voy por las ramas... Pero no hay derecho a que yo tenga que barrer la acera. Otra injusticia más para creer.

-¿Ya barriste la acera?
-Buenos días cariño, ¿qué tal has descansado?
-Bien. Ahora tienes que limpiar el corral.
-Sí, cariño, hoy toca zafarrancho. Como todos los días.
-¿Has dicho algo?
-Que si sabes por qué la vecina chismosa me dijo sin venir a cuento que “los abuelos disfrutan más de los nietos que disfrutaron de los hijos”.
-Como si no la conocieras. Es la vecina chismosa, la especialista en patrañas.
-Ya. Bueno mañana me dijo que hablaríamos... no sé.
-Te veo muy estresado, mañana barreré yo la acera...
 
Disfrutar de los nietos más que de los hijos, esta realidad que lo es, no viene solo por el hecho de disponer de más tiempo. Se explica en que a más años, las personas somos más espabiladas por el lado derecho del pensamiento. Ése es el lado relacionado con la emoción, la sensibilidad, la creatividad. El lado izquierdo es más de análisis financieros, de llegar a fin de mes, y yo ese lado siempre lo tuve atrofiado. Desarrollar el pensamiento del lado derecho hace que la vida se vea de otra manera, con más posibilidades de sobrevivir, "felicidad", porque se piensa más desde la emoción.

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