lunes, 23 de enero de 2012

La política es cara

Las cuentas de las comunidades autónomas no cuadran y ha salido el gobierno a poner las cosas bien claras. A defender a los suyos. Pero ahora los suyos son los que ganaron las elecciones y tendrán que hilar más fino. Porque habrá auditorias y sabremos más cosas: amiguismo, regalos, apartamentos, coches. Dinero de verdad, el que no deja huella. El gobierno está ardiendo y no tienen bomberos disponibles. Tiene uno ya edad suficiente y lleva demasiado tiempo escuchando la misma seudo intelectualidad sobre la necesidad de pasar de las propuestas que son palabras a los hechos que son mentiras. Pero ahora tal parece que las cosas cambiarán. Porque el gobierno prioriza sus gastos, y las comunidades autónomas también, y si las cuentas no cuadran: todos al truyo. El ciudadano de a pie a quien directa o indirectamente le sacan los dineros del bolsillo no es culpable. ¿Para cuándo los bancos traspasarán a los ciudadanos dueños del erario los dineros para poner al día sus cuentas? El crédito. Así las cosas: un país se muere consternado e impotente sin dinero. Y mientras, yo, frustrado por tu ausencia, vencido como una tarde de enero sin ti. Sometido a un rosario de injusticias más largo que tu silencio. En medio de tanto dolor, por si fuera poco, al hospital psiquiátrico de Bétera, la diputación le ha quitado la subvención: 2196 euros al mes por cabeza. (La política es cara, estar loco más).

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