jueves, 5 de enero de 2012

Se llama Susana y es un amor

Dicen que hay amores que luego de enamorar levantan el vuelo y se pierden en el olvido causando una incapacidad total en los corazones enamorados. Amores que son de urgencias. Amores pasajeros. Amores de conveniencia en la noche desvelada. Amores confundidos. Amores sin confirmar por la santa poesía. Hoy, recién estrenado el nuevo año y en víspera de la Noche de Reyes, puede ser un buen día para tener la mejor excusa y expresar en voz alta los sentimientos que de cuando en vez son desahogos de un corazón que no sabe cómo explicar lo que siente. Hablo de una mujer enamorada que duda. Hablo de un amor que ya no me dice. Antes sí. Ahora no. ¿Acaso la distancia? Esa distancia siempre la hubo, por lo que presiento que algo ocurre en su vida. Quizás una nueva vida que no se quiere explicar... La palabra dejó constancia de nuestros sentimientos compartidos: tengo las pruebas. Las guardo como oro en paño. Son palabras de amor. Palabras de sincero amor. Apuesto mi propia credibilidad que todo lo que digo es verdad. También que, para explicar el vacío que ha dejado en mí, faltan palabras, que no existe poesía entre nosotros que quiera explicar. Argumentos que no convencen diezman mi voz... Nunca hubo promesas, para qué, si nos queríamos qué sentido tenían las promesas ¿? Presiento que una mujer ha perdido la fe en el amor. En mí. En el amanecer de un nuevo día enamorada. Si alguien la ve en medio de un sofisma enredada, tal vez sin utopías que defender. Privada de esperanzas... Si alguien la ve oculta bajo la hierba, tímida violeta. Díganle que la quiero. Se llama Susana y es un amor.

1 comentario:

  1. En realidad nunca he perdido la fe en el amor. En ti tampoco. Por un tiempo la perdí en el hombre -como raza no como género- pero hace tiempo que la recuperé y tú lo sabes. La Violeta -este segundo nombre con el que me bautizaste hace años ya- es tímida, cierto. Celosa de su intimmidadd, cierto. Pero nunca privada de esperanzas.
    Estoy aquí querido ammigo. Nunca te dejaré. Puedo estar silenciosa, ser sigilosa, pero siempre, siempre estoy.
    Me has emocionado muchísimo con esta pública declaración. Porque el amor, como bien explicas tiene muchas formas.
    Nunca te olvido. Nunca lo haré porque te quiero muchísimo. ¡Curioso amor este nuestro que se viste con antifaz!

    Un beso -con permiso de tu musa-

    Susa

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