martes, 10 de enero de 2012

Paz a los restos

Conviene cambiar de cuando en vez de asunto, de proceder, de encanto; pero no de amigos, eso no. Los amigos si son buenos son para toda la vida. Lo malo, es que siempre se van primero. (Genio estrambótico de la estrategia, inigualable en el ejercicio de las inoportunidades, hacendoso verbalista, hacedero de favores personales. Lástima de amigo: Paz a los restos). El asunto es muy grave. Hablo de un amigo, que como los buenos equipos de fútbol, juega a dos bandas y con muchos pases precisos... Por eso me tiene descolocado. Al comportamiento omnímodo del amigo deben seguir algunas acciones: acción reacción. O sea, que cada cual se lama sus heridas y cante su canción ¿? Una milonga a la desfachatez, al error, a la virulencia ética de la palabra que su comportamiento demuestra. Lo más importante en una relación de dos es la confianza. (Ahora la tarea urgente es enfrentar los hechos a la verdad, modificando comportamientos y dejando al margen las malas relaciones y las peores influencias).

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