martes, 3 de enero de 2012

Simplemente amigos

Tengo un amigo (pena) que por circunstancias que no son las que cree... que no se lo imagina porque está mal asesorado. Porque hay quienes interesados lo confunden. Lo lamento buen amigo, pero cada cual tiene que asumir sus propias responsabilidades. Y errores que lo son. No imaginas cuanto siento que nos hayamos alejado... Si te digo que tenemos que hablar, si te lo digo, tú no me puedes decir: Ja parlarem. No, que nada quiero de ti sino recuperar tu amistad. Y si vamos por la vida postergando sin tiempo para hablar, si no afrontamos lo que el amigo sin interferencias quiere decirnos... Amigo: sufres un empacho interesado de información que no puedes digerir. Me dices ja parlarem, sin duda es una disculpa que nunca llegará a tener tiempo. Por lo general son esas agendas de asuntos inaplazables que nos obligan a dejarlo todo para mañana. De ahí que nunca tengamos tiempo para dedicar al amigo. Agendas absurdas. Decisiones que no alcanzan a ser un mínimo de disculpa. ¡Cuánto lo siento!. A veces, y en mis adentros, pienso que eres un adicto al trabajo y que por eso no me puedes dedicar unos minutos... ¿A qué tienes miedo? Si supieras que solo quiero decirte que te quiero... y que nada espero de ti sino tu amistad. Quizá cuando seas ¿? o te sientas menos importante hablemos. Ojalá estemos a tiempo de volver a ser lo que fuimos: Simplemente amigos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario