Para tu mirada triste repintaré el Arco Iris. O mejor, le añadiré más colores. Para tus ojos gastados de tanto mirar un día amanecerá tranquilo, sin sobresaltos, y te preguntarás qué ocurre; entonces, orienta tus pupilas hacia donde sale el Sol y verás mis pestañas pegadas a las tuyas. Para que no tengas dudas: Todos los días que nos quedan por vivir.
Si lo que me quede por ver, será a través de tus ojos, el mundo con todas sus actuales imperfecciones, me parecerá aún más maravilloso de aquello recorrido ya, a tu lado.
ResponderEliminarUn amor.
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