viernes, 16 de septiembre de 2011

Insoslayable amor

Para escribir de ti, para decirte, lo que hago es servirme de la palabra que ciega murmura a veces mis sentimientos. La palabra no es otra cosa que la herramienta eficaz, con la que suelo defenderme de tu recuerdo y algún beso, de la incandescente imaginación que mi mente infatigable y escurridiza, de la inspiración provocas en mí cuando no te tengo. De una página en blanco que no se atreve. Tu recuerdo me arropa y me da fuerzas para seguir. A fin de cuentas eso es lo que importa. La pasión con la que cada día emprendo el viaje convocado por la imaginación valiéndome de tu recuerdo a través de la belleza de la vida con la única esperanza, amor, de encontrar la melodía que me lleve hacia ti. Pasos de fe alrededor de mi vacío existencial. Suspiros moribundos a pecho descubierto. Coraje, temblor mediando en medio de la tempestad tras una sílaba en arrojo perdida, quizás utopía. El estallido expansivo de una palabra. El destello en cada párrafo. Un verbo insatisfecho se acerca a un mar insondable de letras encantadas. Insoslayable amor. Santa Poesía incapaz de mostrar de noche lo que esconde de día. Lágrimas a media luz que emanan de unos ojos heridos por la refriega. (Amor inmarcesible). "El amor sabe vencerlo todo, creerlo todo, esperarlo todo, y sufrirlo todo". Gerson.

No hay comentarios:

Publicar un comentario