jueves, 15 de septiembre de 2011

Yo me apeo

¿En qué momento perdí el dominio de la razón,
la noción lógica de las cosas?
¿Eros y Afrodita en camiseta y con dorsal?
¿Cuándo se inició el maratón de lo absurdo?
¿Por qué cada día estoy más convencido de que la razón no guía mis pasos?
¿El fornicio prioridad ante el Amor y la Santa Poesía
¿La tinta y el semen empreñan? 
¡Un poema!.
"Lo digo y no me corro".
¿Acaso me tenía que correr?
Yo me apeo.
        
A veces, Ángel González.

Escribir un poema se parece a un orgasmo:
mancha la tinta tanto como el semen,
empreña también más en ocasiones.
Tardes hay, sin embargo,
en las que manoseo las palabras,
muerdo sus senos y sus piernas ágiles,
les levanto las faldas con mis dedos,
las miro desde abajo,
les hago lo de siempre
y, pese a todo, ved:
¡no pasa nada!
Lo expresaba muy bien Cesar Vallejo:
"Lo digo y no me corro".
Pero él disimulaba.

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