miércoles, 14 de septiembre de 2011

El muro de Facebook

Tengo abierta una cuenta en Facebook y en ella tengo amigas y amigos. Facebook es un punto de encuentro virtual entre amigos que se conocen o sí o no, porque hay amigos, y amigos de amigos y amigas, y patatín... Es un lío. Como nada ocurre por casualidad, Facebook está ahí porque tiene que estar, sí, y tiene aceptación mundial. Yo no escribo pero leo en los muros que son zonas en comunes, y así tengo la ocasión de ponerme al día. La mayoría es gente joven plena esperanzas. Viven ilusionados o eso parece. Leerles a veces emociona. Ayer una amiga colgó en su muro: ¿Alguien en quien confiabas te traicionó? La primera respuesta no se hizo esperar: "yo no confío ni en mí misma". No quiero restarle importancia al dolor que le pudo causar una traición o mil a aquella joven, pero aún le queda mucho por vivir. Yo, de viejo... y ella de joven, ¿qué? Cada cual se las ingenia para vivir el día como puede, y las decepciones o traiciones también te enseñan a vivir. Son experiencias que a través del dolor que generan, el semblante quedaría teñido por el color de la traición si lo dejas clavado en el alma. Mejor clavarlo en el muro de Facebook para desahogar. Lo bueno ajeno, hoy en día, provoca envidia y lo malo alegría. Esta es una sociedad no apta para lo humano. En fin, hubo más respuestas interesantes y no, pero como la hora es la hora me fui a dormir. Hoy al conectarme de nuevo había una respuesta que decía acerca de cómo el arco iris en realidad no existe, sino que es una fabricación de nuestro cerebro. Lo que sí existe es la luz, pero el color que le atribuimos a esa luz es el producto de nuestra mente que tantas veces nos defrauda. Porque no siempre defrauda el amigo sino nuestra mente. Que si la respuesta... que si la pregunta. Es interesante. El amor a veces se puede encontrar en la intimidad de dos que están sintiendo el mismo amor, que no digo idéntico, y lo describen de manera diferente... Facebook es una fábrica de ideas e inspirador de sentimientos, eso sí, está carente de poesía que explicaría algunas desavenencias del corazón. En ocasiones me hubiera venido bien la alegría sino inocencia, la edad, no sé, que es la amistad en Facebook para no vivir desconfiado. Las conclusiones a las que llegue cada cual con las preguntas y respuestas en Facebook sean buenos consejos que ayuden a vivir. Nunca se sabe... Yo, ante la duda o el desconocimiento, recomiendo leer un libro, pero tampoco viene mal leer en el muro de Facebook. (Digo Facebook y digo otras redes sociales).

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