viernes, 30 de septiembre de 2011

¡Cuidado conmigo!

Yo de mal pensado no tengo apenas. En asuntos fraternales quizás, en todo lo demás no res. Sin embargo, diría que la violencia ha aumentado en nuestro país, pero tampoco no res (me la están liando con el bilingüismo, y doy gracias a Dios que Francisco Camps dejó parte de sus asuntos personales, la política quiero decir, sin meter el trilingüismo en las escuelas, el ingles además. Que no digo que no haya que aprender idiomas, el de natalidad y más, que en estos tiempos globales todo es poco, pero con un orden. Sino el Esperanto y au); es solo que se está extendiendo la violencia. Recuerdo que antes era un asunto de barrios marginales, pero hoy ocurre cotidiano en cualquier barrio. De ahí que se vaya asentando tan ricamente en los semáforos en rojo con las ventanillas del coche bajadas tomando el fresco. Las cosas están bien jodidas. A propósito de bien jodidas, ya el santo fornicio en este país es una violencia más. Otro peligro social. Otra debilidad que la ciudadanía tiene que atajar por sí misma consecuencia de la ineficiencia policial. Fue ayer, acababa de llegar a casa y lo vi en la televisión, no puedo decir de fijo dónde ocurrió, pero era un pueblo unido jamás será vencido corriendo detrás de las prostitutas. Supongo que en la noche desvelada, y enamorado, el pueblo les sepa pedir disculpas. La sociedad vive confundida, y, pésima de educación, no sabe que quien da amor no puede ser mala gente, entonces, mejor legalizar y dar sanidad a las realidades que lo son de toda la vida del Señor. (Él también tuvo un "lío" con María, la Magdalena, según me cuentan, que tampoco lo sé de fijo). El pueblo siempre unido en sus benditas necesidades, lo malo, que el paro y la inseguridad apenas sean motivo de movilización... Ay, Candela, el día que el pueblo despierte que se atengan a las consecuencias. El mal vino para quedarse, y, como es lógico y natural, todas las noticias que nos van llegando son de dolor... Y si alguien piensa que se hunde el país, el exilio ya no es opción, que todos los países están parecido. En eso la globalización hace justicia. Consternado vive uno por la impotencia. Consternado pero agresivo... ¡Cuidado conmigo!: "Como no me suban un buen pico la pensión que se preparen". Ya no estoy para gaitas sin fuelle... O suena de una vez con su negro manto, con su frío abrazo de dolor, o... (Ojalá nos sirvan estas sombras para valorar el día que vivimos y entender que las calles también son nuestra casa, que toda la sociedad es nuestra familia, que cada niño es nuestro hijo, y cada mujer es nuestra esposa).

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