¿Qué de nuevo te puedo contar en tu aniversario? Me acuerdo de ti, te hecho de menos. Pero resulta que no estas, que te has ido, y en tu ausencia, a uno le apetece vivir. Hoy, pensaba hablarte de algún tema alentador. Pero no, no puede ser, porque estás muerta. Entonces, se impone la realidad de los hechos que son una lástima y va más con tu situación. Por ejemplo: qué si te contara sobre esta carrera loca por llegar el primero a ninguna parte que nos traemos ahora... Qué si te contara que continuamos arrastrando por los suelos la dignidad... Qué si te contara que nos sentimos más discapacitados y derrotados cuando vemos cadenas de hechos miserables que nos proporcionan los que deberían aliviarnos del dolor que constituye una afrenta y una vergüenza... Estos, los políticos, que tendrían que concitar al pueblo a reflexionar y reevaluar su conducta para que el barco no se hundiera en un mar embravecido... No sé, pero igual te volvías a morir. Entonces, ante estos nubarrones y escasos de futuro, igual el círculo se está cerrando para la esperanza... Pero resulta ser que tú estás muerta y yo estoy vivo, de momento, porque creo que yo también me estoy muriendo de seguir en este plan... ¿Sabes qué te digo? Ante esta divina comedia que es el desamor enterrado, ante el desencanto sin esperanza, ante el amor que no se puede amar, elijo el amor posible de unos ojos negros y una mirada de ensueño. Tu amor me amará siempre, pero el mío como que no. (Con el fin de ocultar el dolor que me produce tu ausencia a partir de ahora me quitaré la alianza que me está destrozando el (dedo) corazón. Te dejo mi alma, haz lo que quieras).
El alma no se desprenderá si ha sentido el amor porque en estos momentos donde la ausencia de este grande sentimiento, se enorgullece en manifestarse por doquier, no sabrá Ser, no sabrá hacer otra cosa que quedarse en el refugio de tu corazón.
ResponderEliminarGracias por estar y comentar. Beso.
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