¡Ya estoy aquí!. La Dama que vela mis sueños ya no me quiere (fijo); una hora tarde me dijo que pasara, pero que me atuviera a las consecuencias, que su ordenador no funcionaba. Si digo que la tecnología está fabricando una sociedad de ignorantes... Tantos años estudiando y no le sirven para nada. Si no funciona el ordenador ella no sabe y yo que nunca supe menos.
-¿Cómo tal te encuentras?
-Mal.
-¿Cómo es eso?
-Las salas de espera son un problema...
-Es el ordenador...
-Es una hora y media de retraso...
-Lo sé.
-¡Lo sabe, vaya por Dios!.
-¿Pero cómo te encuentras?
-Mal.
-Pues vuelve para 2015 que hoy ando manga por hombro.
-Entiendo. En 2015 las horas serán más largas y los ordenadores más obedientes. Hablando de obedecer, en la sala de espera hay una señora que la quiere asesinar.
-¿Qué me dices?
-Eso.
-Llama a seguridad...
-¿Yo?
-No, la enfermera.
-Claro. Yo si no le importa esperaré aquí a que venga seguridad y la lleve para el manicomio.
-Acabaremos todos en el manicomio.
-Si quiere le pido cita.
Esta mañana hay una nueva enfermedad que se ha adueñado de la mayoría de las personas hasta el grado de atrofiar sus mentes. Es una enfermedad que aniquila el buen juicio y la voluntad dinámica. Paraliza el engranaje y nos convierte en idiotas a la puerta de la carnicería. Y así seguimos llevándonos la vida por delante, pasando unos por encima de otros, olvidándonos que en estos momentos en que el mundo está tan de patas arriba es cuando más nos necesitamos... Ah, se me olvidaba, me dijo que tenía que ir a la de la sordera sí o sí. Y me volvió a dar cita.
Ahora que anda Gallardón con su reforma del poder judicial, de soslayo, podía colar aunque fuera en letra pequeña: "Una ley de causa y efecto combinada".
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