Llevo unos días que no se los recomiendo ni a Mariano; simplemente por ser viejo alguien me cree estúpido. Pues no, señora suya, incluso en la soledad de mi intimidad no soy ni me siento estúpido. Pues va diciendo por ahí que lo soy. Ni se imagina que me trae sin cuidado. Cada una es muy libre de ser alguien a costa de los demás, si se lo permiten, claro. Y se lo permiten, esa es mi pena, esa mi amargura. Y no la de quien difunde miserias como si fuera la Vargas. La Vargas cantaba miserias y esta las inventa. Y tan feliz. Según me cuentan está corrido por Facebook. Quién me verá clavado en el muro de Facebook como Jesús el Cristo en la cruz. Yo culpable, quien quiera que ponga los cargos. ¡Pécora!.
Este asunto va para lejos, y lo lamento, porque es de los que duele el alma. A Dios gracias, siempre me quedará escribir sus maldades: París ya no es lo que era, ni el amor cuando la poesía falta.
Escucha, te quedaría bonito en tu muro de Facebook: "Siempre puedes poner límites y decidir cómo quiere encauzar tu vida. Recuerda que eres dueña de tu destino". De tu vida y tu destino, recuerda.
Yo no cambiaría a un amigo por nada, pero bueno eso pienso. Este escrito me lastima y eso que no tiene nada que ver conmigo...creo.
ResponderEliminarFuerte texto, lastimosamente fuerte.
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