viernes, 27 de junio de 2014

Para que no me olvides.

¿Y si impulsáramos el amor hasta alcanzar el infinito? Hablo desde los años altos. Si años atrás algún enamorado lo hubiera hecho hoy no andaríamos de soslayo cantando penas por las esquinas sino versos y estampando alegrías en los labios de quien espera la vida a través del inconsciente donde pululan los instintos, los cuales tienden a manifestarse con todo la capacidad de creación.

El "Yo" de Freud creó adecuados mecanismos para ensalzar la explosión desnuda con el vigor de la sombra donde se distorsionan las revelaciones en un arco iris de virtudes desde la simplicidad de la máxima expresión. Bendito el amor.

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