Ayer noche, tarde para estar en la calle, pero el calor y tu recuerdo... Desde la frontera de Les Seniaes, una frontera absolutamente imaginaria, te vi como responsable de la aduana. No me atreví a pasar, no llevaba credenciales; si las hubiera llevado tampoco, para qué engañarnos... La esperanza hace posible lo imposible. La esperanza alienta desde este lado de la frontera un imposible.
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