jueves, 28 de febrero de 2013

Mi esposa me ensordece

"Todos los que no tienen nada que decir hablan a gritos". Enrique Jardiel Poncela.

Mi esposa llega a casa gritándome como si a mí las cosas me las tuviera que repetir. Y no, no estoy sordo ni torpe de entendederas, lo que ocurre es que viene de la calle, y a los ruidos típicos de un pueblo: los coches.. los niños... hay que sumarle su carácter que le viene de familia. Su abuela sorda culpable de que todos en su casa griten para explicarse... Y ella a mí... Y yo a con tapones en los oídos...

6 comentarios:

  1. Vivimos en una sociedad que no quiere oír, sólo anhela hablar, a gritos si es posible. No hay más que fijarse en los tertulianos. Los tapones los tenemos en el cerebro.
    Voy a escribir un texto titulado Ensayo sobre la sordera, pediré consejo a una tal Sara Mago (Esperancita dixit) que sabe de esto. Salud-os

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  2. La idiosincrasia va en los genes de una sociedad aturdida que no sabe que no tiene nada que decir. Y grita tal vez para convencer... O simplemente para ser escuchada, no sé. Muchas gracias.

    Salud.

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  3. Un buen tema para reflexionar…hay personas que gritan porque quieren sentirse superiores y poderosas. Otras por problemas de sorderas como el que citas y otras porque se ponen tapones justo para no o irte…ufff qué mundo!!!
    Un placer leerte Soslayo.
    Abrazos

    PD. Estoy haciendo una pequeña encuesta a mis lectores sobre si pueden o no abrir mi blog de Dulcineas, pues he recibido mensajes a mi correo: czevallos31@gmail.com… sobre este particular. Por el bien de la blogoesfera, por favor, avísenme si hay problemas. Gracias.

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  4. Es un mundo de gritones. Beso.

    Salud

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  5. Muchas gracias por la inserción de la cita de mi abuelo. Un saludo.

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  6. Un honor... Jardiel Poncela, don Enrique... uf. Muchas gracias.

    Salud



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