Me valgo de una de las tiras cómicas de Mafalda que siempre mostraba la realidad con fina ironía para comentar un sentimiento compartido por todos. O casi.
En la tira en cuestión, se da este diálogo entre Mafalda y su madre:
En el primer recuadro aparece Mafalda desgreñada en pijama entrando al baño mientras le pregunta a su madre, que se prepara para cepillarse los dientes:
-¿Sabes si abolieron la dependencia?
En el segundo recuadro, está la respuesta de la madre:
-No sé Mafalda, creo que no, ¿por qué?
En el tercero aparece Mafalda iniciando su salida del baño:
-Por nada en especial, solo que, sería lindo levantarse un día y encontrarse que por fin la vida de uno depende de uno.
"A los dependientes les quitan las ayudas". "Los dependientes toman la calle". "Los dependientes y sus familiares dejaron atrás el miedo y salen a la calle pidiendo justicia".
La pregunta que el genial "Quino" puso en boca de Mafalda tiene un "sí" por respuesta. Mafalda y los miles de dependientes de este país de políticos tienen que esperar a que se haga justicia. Por eso, cada vez que pienso en la situación tan angustiosa que viven los dependientes y sus familiares siento verdadera vergüenza y viene inevitablemente a mi mente la palabra "revolución". Revolución, que no es lo mismo que guerra civil, que no es lo mismo que elecciones para qué, que no es lo mismo que quiten a ése para poner aquél. Revolución, porque no hay parto en la historia que no provenga de ella, porque no hay luz que la contenga. Revolución, de la que vienen todas las patrias del mundo, la que define caminos a cada idea de trascendencia histórica. Revolución, que se dice igual en todos los idiomas, antes y ahora. Cuando a un pueblo le cierran las puertas: Revolución. Y ahora que alguien me diga, si es que estoy equivocado, qué puertas quedan abiertas a las personas dependientes en este país de sobres con dinero para algunos que no queda en el erario. Nadie pide caridad, se pide justicia social. Ley de Dependencia. Estado de Bienestar.
Hola hombre de soslayo, gran sorpresa, creí que eras la mujer de la fotografía ja ja ja. Otra sorpresa, escribís sobre tu país, España, y me parece que escribís también sobre nosotros los argentinos además de Mafalda que es nuestra y del mundo también, gracias por estas reflexiones que ayudan a pensar a los que no tienen muy claro qué hacer, reclamar lo justo es un principio y saber cómo hacerlo, fundamental. Un abrazo y te sigo también
ResponderEliminarLa de la fotografía es mi hija. Y Argentina mi segunda patria. Gracias por comentar, eres muy amable.
ResponderEliminarSalud
La injusticia es el pan nuestro de cada día. Estamos metidos en un mundo donde TODOS somos dependientes. Lamentablemente, detrás de las revoluciones hay hombres que se dejan "tentar" por el capitalismo y el espíritu revolucionario dura poco...
ResponderEliminarUn saludo desde México DF
Lamentable situación la que vivimos, porque es cierto, todos somos dependientes. Beso.
ResponderEliminarSalud
Y descubrí que eres hombre y entendí el porqué te fuiste cuando conociste mi blog.
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