domingo, 10 de febrero de 2013

Un milagro para creer

Se dice que el ser humano es un animal de costumbres, que se puede acostumbrar a todo en la vida, incluso hay quien sostiene que es capaz de desconectarse de su propia existencia. En el mismo instante que alguien se convierte en rutina deja de reconocer su valía, y al dejar de reconocer su valía pierde el valor de las cosas, incluso de la gente que lo quiere, y entonces se vuelve superficial. Y todo lo da por hecho.

Una amiga del alma de antes, espiritual como ninguna, me ofreció con su ejemplo esta enseñanza al meterse a monja. Se comprometió con sus votos a vivir de la caridad de los demás. Para ella, ahora, una palabra, por un decir, vale un sentimiento. Aprecia todo porque nada tiene. Y es feliz, aunque al acostarse le surja la duda y se pregunte: ¿qué tuvo que haber ocurrido en mi vida para decidir meterme a monja?

Una amiga de antes ahora nada recuerda. Entonces, no sabe que su cuerpo, una noche desvelada, después de extasiarse entre sábanas blancas de algodón egipcio con quien no llegó a trascender siquiera su nombre, a uno de sus óvulos le atacaron millones de espermatozoides y le obligó a convertirse en la monja que es. Un verdadero trauma que la privó de merecer un poco de respeto por su parte.

De qué sucedió después nada se sabe, de las consecuencias de "aquí te pillo aquí te mato", quiero decir. Por cierto, ella me enseñó lo que quiere decir "aquí te pillo aquí te mato", ¡hay que joderse!.

Lo cierto es que nada ocurre por casualidad porque todo es resultado de una serie de circunstancias, de sucesos aparentemente inconsecuentes que generan resultados a veces maravillosos. Y a veces no.

14 comentarios:

  1. ¡Qué fuerte! En realidad lo más importante es que ese hecho lo sobrelleve para poder ser feliz con lo que ha elegido.
    ¡Un abrazo!

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  2. Hola, vine a retribuir la visita y, claro está, leí tu texto.
    No sólo me gustó la historia, sino que me gusta cómo la relatas. Un personaje como el que tienes aquí, creo que podría tener mayor vuelo. Te aseguro que una monja que supo extasiarse recorriendo sábanas de placer y que ahora vive como vive, es digno de un cuento más extenso o de un proyecto más osado.
    Un fuerte abrazo.
    HD

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    1. Me faltaría tu destreza para intentarlo. Muchas gracias por pasarte. Eres muy amable.

      Salud

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  3. Ay, como no recupere su memoria a tiempo temo lo peor. Fijo que me la beatifican. Muchas gracias por comentar. Beso.

    Salud

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  4. Uno aprendió que la casualidad es siempre causalidad. Y la escritura, un camino de conocimiento y reflexión, no solo un juego, que también. Ya ves, uno puede volar y visitar el mundo de los que lo ven con perspectiva confluente sin necesidad de moverse mucho. Solo a un click de la mano y la mente, la imaginación. Gracias por visitar mi blog, por dejar una huella que es una señal en el camino. Escribes maravillosamente y piensas, me temo, mejor dicho, me alegro, igual de bien.

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    1. Es demasiado. Solo pretendía que pasaras por aquí por ser un gran escritor. Que me leyeras. Pero tu comentario es demasiado para mí. Muchas gracias.

      Salud

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  5. Que se estrene cada mañana el beso
    que nace de tu boca
    que estremezcan tu cuerpo mis caricias
    y que estar junto a mi te vuelva loca
    Que ninguna mirada sea igual
    y la espuma del mar se vuelva roca
    que nadie se acostumbre a ser feliz
    que la rutina mata lo que toca....


    Es un placer leerte. Gracias por visitarme.

    Un beso

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  6. Y sin embargo,
    no es la rutina la que me mata,
    son tus ojos
    y de ellos la mirada.
    Es tu boca,
    son tus besos.
    Es tu ausencia.

    El placer... no sé qué decir...
    Muchas gracias. Beso.

    Salud

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  7. Un estupendo texto amiga,. La vida nos va enseñando, y lo cierto es, que nada ocurre porque sí...todo está muy bien delineado. Cuando se van atando cabos, es cuando nos damos cuenta de ese hecho.

    Ha sido un placer leerte.

    Un beso y feliz noche

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  8. Muchas gracias por comentar. Escribes genial. Beso.

    Salud

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  9. Muy interesante texto.

    ¡Y yo que creo que, hasta el ser humano es fruto, únicamente, de la casualidad.

    Un abrazo.

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  10. "Lo cierto es que nada ocurre por casualidad porque todo es resultado de una serie de circunstancias, de sucesos aparentemente inconsecuentes que generan resultados a veces maravillosos. Y a veces no".

    Desde luego no seré yo quién te lleve la contraria...

    Salud

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  11. Así es, todo es el resultado de ir sumando, día a día, momento a momento, detalle a detalle, hasta unir todo en un suceso. un saludo.

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  12. ... un suceso a veces provocado por la casualidad, que diría Pablo. Es complicado.
    Muchas gracias por comentar.

    Salud

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