viernes, 8 de febrero de 2013

Nunca aprenderemos

Se dice que quién no respeta la naturaleza tal vez no se la merezca. Aire... tierra... mar. Además del sol y la luna. La naturaleza es vital para la vida. Para la subsistencia del ser humano. Y éste lo sabe, pero olvida fácil. El caso es que anda metido en sus asuntos inaplazables y no se entera o no se quiere enterar. Tal vez se crea inmortal... Es posible, entonces, ¿quien no respeta la naturaleza es inmortal o estúpido? El asunto es sencillo, porque si no somos inmortales o estúpidos, estamos obligados a respetar la naturaleza. No hay otra, porque nuestra vida depende de ello. "Cambio climático". La explotación de los recursos naturales y la industrialización incontrolada. "Efecto invernadero". Y qué si elegimos ante la degradación medioambiental equilibrio sostenido ¿? aunque nada más sea por nuestra propia existencia... Y ahora, cuando creíamos que ya lo sabíamos todo, un estudio dirigido por el investigador Tracey Woodruff, profesor de Obstetricia y Ginecología y Ciencias Reproductivas en la Universidad de California en San Francisco (EEUU), junto con Jennifer Parker, de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, la contaminación ambiental aumenta el riesgo de bajo peso al nacer. Incluyendo un mayor riesgo de morbilidad y mortalidad prenatal y problemas crónicos de salud en la edad adulta.

Jamás la indiferencia o los intereses económicos deben primar sobre la naturaleza. El respeto a la naturaleza también nos engrandece como seres humanos. Si hablamos de naturaleza, responsabilidad, porque también hablamos de vida. Parte de la humanidad actúe sin pensar, y otra adoctrinada piense sin actuar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario